- Separa la clara del huevo y bátela hasta que quede espumosa, para que se adhiera mejora a la piel.
- Limpia tu cara bien para eliminar la suciedad.
- Aplica una capa de clara de huevo con ayuda de una brocha o con las manos, cubriendo bien toda la cara.
- Cúbrelo con capas de papel higiénico y, para que se adhiera mejor, aplica otra capa de huevo por encima.
- Repite esta operación varias veces para aplicar varias capas de papel y huevo.
- Deja la mascarilla actuar hasta que el papel se seque y se quede rígido
- Ahora, retírala con cuidado y poco a poco.