- Cantidad: 24 raciones
- Tiempo: 40 min
- Precio: medio
- Calorias: -
- Dificultad:
Media
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Los bollos de leche caseros son una opción perfecta para tus desayunos o meriendas.
Ingredientes
Elaboración
- En un bol grande, mezcla la harina, la sal y el azúcar glas. Diluye la levadura fresca en un poco de leche tibia y agrégala a la mezcla. Remueve bien todos los ingredientes, asegurándote de que la masa empiece a formarse de manera uniforme. Ve añadiendo la leche poco a poco, removiendo siempre en la misma dirección.
- Añade los huevos, uno por uno, a la masa, mientras sigues mezclando. A continuación, incorpora la mantequilla a punto de pomada y amasa bien durante unos 10 minutos. Es importante que la masa quede suave y elástica, lo que le dará a los bollos su textura esponjosa.
- Cuando tengas la masa, cubre el bol con un paño limpio y deja que la masa repose a temperatura ambiente durante 1 hora o hasta que haya duplicado o triplicado su tamaño. Este tiempo es esencial para que la masa fermente adecuadamente.
- Cuando la masa haya crecido, colócala en una superficie enharinada y agrega 4-6 cucharadas de harina. Trabaja la masa hasta que vuelva a tener una textura manejable y elástica. Introdúcela en el congelador por unos minutos para que se endurezca y sea más fácil de manejar.
- Saca la masa del congelador y comienza a dividirla en porciones individuales. Dale forma a los bollos y ve colocándolos sobre una bandeja de horno cubierta con papel antiadherente. Si lo prefieres, puedes hacerles unos cortes transversales con un cuchillo para darles un acabado más decorativo.
- Cubre los bollos con un paño y déjalos reposar durante 1 hora o 1,5 horas para que fermenten nuevamente. Este paso es clave para obtener unos bollos esponjosos.
- Retira el paño y pon a precalentar el horno a 175ºC. Pinta los bollos con huevo batido para darles un acabado brillante.
- Si lo deseas, puedes espolvorear un poco de azúcar por encima. Hornea los bollos durante unos 10 minutos, o hasta que estén dorados.
- Consejos
- Es importante que tanto los huevos como la mantequilla estén a temperatura ambiente para que se integren mejor en la masa. Esto asegura que los bollos queden más suaves.
- Si deseas unos bollos de leche aún más esponjosos, puedes dejar que la masa repose durante un tiempo más largo (hasta 2 horas) antes de darle forma. Esto permitirá que los bollos se inflen más al hornearse.
- Para conservar los bollos de leche en óptimas condiciones, guárdalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 2-3 días. Si prefieres mantenerlos frescos por más tiempo, puedes congelarlos en una bolsa hermética. Para descongelarlos, solo tendrás que dejarlos a temperatura ambiente y luego calentarlos ligeramente en el horno.
Bollos de leche
- Cantidad: 24 raciones
- Tiempo: 40 min
- Precio: medio
- Calorias: -
- Dificultad:
Media
Los bollos de leche caseros son una opción perfecta para tus desayunos o meriendas.
Ingredientes
Elaboración
- En un bol grande, mezcla la harina, la sal y el azúcar glas. Diluye la levadura fresca en un poco de leche tibia y agrégala a la mezcla. Remueve bien todos los ingredientes, asegurándote de que la masa empiece a formarse de manera uniforme. Ve añadiendo la leche poco a poco, removiendo siempre en la misma dirección.
- Añade los huevos, uno por uno, a la masa, mientras sigues mezclando. A continuación, incorpora la mantequilla a punto de pomada y amasa bien durante unos 10 minutos. Es importante que la masa quede suave y elástica, lo que le dará a los bollos su textura esponjosa.
- Cuando tengas la masa, cubre el bol con un paño limpio y deja que la masa repose a temperatura ambiente durante 1 hora o hasta que haya duplicado o triplicado su tamaño. Este tiempo es esencial para que la masa fermente adecuadamente.
- Cuando la masa haya crecido, colócala en una superficie enharinada y agrega 4-6 cucharadas de harina. Trabaja la masa hasta que vuelva a tener una textura manejable y elástica. Introdúcela en el congelador por unos minutos para que se endurezca y sea más fácil de manejar.
- Saca la masa del congelador y comienza a dividirla en porciones individuales. Dale forma a los bollos y ve colocándolos sobre una bandeja de horno cubierta con papel antiadherente. Si lo prefieres, puedes hacerles unos cortes transversales con un cuchillo para darles un acabado más decorativo.
- Cubre los bollos con un paño y déjalos reposar durante 1 hora o 1,5 horas para que fermenten nuevamente. Este paso es clave para obtener unos bollos esponjosos.
- Retira el paño y pon a precalentar el horno a 175ºC. Pinta los bollos con huevo batido para darles un acabado brillante.
- Si lo deseas, puedes espolvorear un poco de azúcar por encima. Hornea los bollos durante unos 10 minutos, o hasta que estén dorados.
- Consejos
- Es importante que tanto los huevos como la mantequilla estén a temperatura ambiente para que se integren mejor en la masa. Esto asegura que los bollos queden más suaves.
- Si deseas unos bollos de leche aún más esponjosos, puedes dejar que la masa repose durante un tiempo más largo (hasta 2 horas) antes de darle forma. Esto permitirá que los bollos se inflen más al hornearse.
- Para conservar los bollos de leche en óptimas condiciones, guárdalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 2-3 días. Si prefieres mantenerlos frescos por más tiempo, puedes congelarlos en una bolsa hermética. Para descongelarlos, solo tendrás que dejarlos a temperatura ambiente y luego calentarlos ligeramente en el horno.
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