- Cantidad: 10 raciones
- Tiempo: 75 min
- Precio: Medio
- Calorias: -
- Dificultad:
Media
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Es uno de los postres tradicionales del carnaval gallego, pero también uno de los que se preparan durante todo el año para meriendas y desayunos. Una receta que ha pasado de generación en generación y que nos lleva de nuevo la infancia en casa de la abuela. Aunque es un poco laboriosa, es sencilla de preparar.
Ingredientes
Elaboración
- Batimos los huevos y los mezclamos en un bol con el azúcar. Seguimos batiendo hasta que quede una espuma blanquecina.
- Añadimos a la mezcla anterior, el aceite, el anís, la ralladura de limón y la pizca de sal. Integramos todo bien.
- Mezclamos el 80% de la harina con la levadura. La colocamos en una superficie lisa, o en un bol, y hacemos un agujero en el medio creando una especie de volcán.
- Vertemos la mezcla líquida en el centro del volcán, y empezamos a mezclar con la harina. Primero lo hacemos con una espátula o un tenedor, pero a medida que vaya espesando, amasamos con las manos. Añadimos harina hasta que quede una masa manejable que no se pegue a los dedos.
- Hacemos una bola con la masa y dejamos reposar una media hora.
- Cuando la masa haya reposado, cortamos pequeños trozos y hacemos una bola. Aplastamos un poco la bola y la hacemos un agujero en el medio y moldeamos con los dedos para darle forma de rosquilla. Repetimos este proceso hasta acabar la masa.
- Preparamos una sartén con abundante aceite para freír. Lo calentamos, sin que llegue a humear, y freímos las rosquillas en tandas de 5 o 6. Hay que controlar la temperatura del aceite para que no se caliente demasiado a medida que hacemos las rosquillas. Lo mejor es, una vez alcanzada la temperatura adecuada, bajar a temperatura media.
- Para finalizar, sacamos las rosquillas primero para un papel absorbente, para que absorba el exceso de aceite. Dejamos que enfríen, las pasamos a una bandeja y espolvoreamos con azúcar glass.
Rosquillas anís fritas
- Cantidad: 10 raciones
- Tiempo: 75 min
- Precio: Medio
- Calorias: -
- Dificultad:
Media
Es uno de los postres tradicionales del carnaval gallego, pero también uno de los que se preparan durante todo el año para meriendas y desayunos. Una receta que ha pasado de generación en generación y que nos lleva de nuevo la infancia en casa de la abuela. Aunque es un poco laboriosa, es sencilla de preparar.
Ingredientes
Elaboración
- Batimos los huevos y los mezclamos en un bol con el azúcar. Seguimos batiendo hasta que quede una espuma blanquecina.
- Añadimos a la mezcla anterior, el aceite, el anís, la ralladura de limón y la pizca de sal. Integramos todo bien.
- Mezclamos el 80% de la harina con la levadura. La colocamos en una superficie lisa, o en un bol, y hacemos un agujero en el medio creando una especie de volcán.
- Vertemos la mezcla líquida en el centro del volcán, y empezamos a mezclar con la harina. Primero lo hacemos con una espátula o un tenedor, pero a medida que vaya espesando, amasamos con las manos. Añadimos harina hasta que quede una masa manejable que no se pegue a los dedos.
- Hacemos una bola con la masa y dejamos reposar una media hora.
- Cuando la masa haya reposado, cortamos pequeños trozos y hacemos una bola. Aplastamos un poco la bola y la hacemos un agujero en el medio y moldeamos con los dedos para darle forma de rosquilla. Repetimos este proceso hasta acabar la masa.
- Preparamos una sartén con abundante aceite para freír. Lo calentamos, sin que llegue a humear, y freímos las rosquillas en tandas de 5 o 6. Hay que controlar la temperatura del aceite para que no se caliente demasiado a medida que hacemos las rosquillas. Lo mejor es, una vez alcanzada la temperatura adecuada, bajar a temperatura media.
- Para finalizar, sacamos las rosquillas primero para un papel absorbente, para que absorba el exceso de aceite. Dejamos que enfríen, las pasamos a una bandeja y espolvoreamos con azúcar glass.
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